Pericas del Amor (Agapornis)

Cuidados Básicos de las Pericas del Amor (Agapornis)

Son originarios de África y necesitan un clima cálido para vivir. Hay de muchas variedades e infinidad de mutaciones: Roseicollis, Personatus, Fisher, Lillianae...

Tener un agapornis.

Los agapornis pueden llegar a vivir 20 años, por lo que la decisión de abrirle las puertas de tu hogar a uno no debe tomarse a la ligera.

Son aves delicadas, por lo que deberás estar dispuesto a proporcionarle una serie de cuidados que tal vez ni se te pasen por la cabeza en el caso de tener cualquier otro tipo de pájaro.

Cuidados básicos.

Alimentación: 

Los agapornis se alimentan de semillas y frutas, y en menor cantidad de verduras. Es necesario encontrar un alimento completo para ellos o saber enriquecerlo para que no tenga carencias nutritivas. En mi caso, compro alimento de semillas enriquecido con vitaminas.

No debe faltar le tampoco un complemento de calcio.

Agua fresca en abundancia, por supuesto. Y cámbiala a menudo, que los pájaros son un poco guarretes y suelen ensuciarla con más rapidez de lo que te imaginas.

Entorno y hogar: 

El agapornis necesita una jaula amplia y preferentemente rectangular. Las redondas o las que tienen forma de casita les hace sentir inseguros. La preferencia rectangular es porque el vuelo del agapornis tiene sentido horizontal más que vertical. Cuanto más alta mejor, a los agapornis les gustan los espacios amplios. Sitúa la jaula en un lugar sin corrientes de aire, con luz abundante, en una habitación cálida y cerca de una pared para que tenga sensación de seguridad. 

Comederos y bebederos al gusto, aunque si son fáciles de limpiar estupendo porque se nos facilitará mucho la tarea. La jaula debe tener una bañera para que el agapornis pueda refrescarse. Esto es imprescindible por raro que parezca. Cambia este agua diariamente para que no se beba el agua sucia. Si por cualquier motivo ves que hace frío en la habitación (intenta que no sea a menudo, por favor) puedes refrescarlo con un pulverizador en lugar de dejarle la bañerita ese día, que a veces se ponen empapados y no es bueno que coja una pulmonía.

Juguetes: 

Los agapornis necesitan estímulos. Son aves muy inteligentes y lo peor que puedes tener es un pájaro aburrido en su jaula. Juguetes colgantes, escaleras, campanitas (no les pongas espejos ya que se podría enamorar de el mismo). En realidad colgando una cuerda del techo ya lo tienes entretenido para rato, no hace falta que te gastes un dineral. No compres juguetes con piezas pequeñas que se pueda tragar o que pueda romper con facilidad al picotearlas., Cámbiales los juguetes de posición de vez en cuando, adoran la novedad.

Ocio y ejercicio:

Los agapornis necesitan estirar las alas, revolotear, curiosear... Al menos una vez a la semana deberás sacarlo y jugar con él, darle premios... la música les encanta, los anima y hacen que se pongan a cantar. Si te vas de viaje unos días, es bueno que le pongas la radio para que no se sienta solo, incluso si son una pareja es bueno que escuchen la voz humana aunque no estés. En la jaula debes colocar ramitas naturales para que puedan posarse y desgastar las uñas y el pico y saltar de unas a otras.

Personalidad

Son animales complejos, con personalidad propia y muy inteligentes. Son orgullosos y dignos, se dan cuenta si te ríes de ellos, si estás enfadado o contento y actuarán en consecuencia. Tienen mucho sentido del humor, por raro que parezca, y les gusta gastar bromas como coger cosas tuyas con el pico y tirarlas al suelo, dificultarte lo que sea que estés haciendo y tratar de llevarte la contraria. El dueño de un agapornis tiene la obligación de ser flexible, atento a las necesidades de su amigo emplumado y calmar sus accesos de ira si se irrita con facilidad. Si te enfadas con ellos procura no hacer aspavientos ni gritarles si consideras que han hecho algo mal, porque les parece lo mas divertido y tratarán de enfadarte para que lo vuelvas a hacer. Por supuesto, ni se te ocurra hacerles daño, ya no sólo por ser cívico y ético, sino porque además son animales rencorosos y no olvidan una cara. Tratarán de picarte si se lo haces pasar mal. Tienen un lenguaje propio que expresan con posturas, gorjeos y posición del pico y las alas. Intenta aprenderlo y saber qué te está diciendo, sé sensible con él o la mala comunicación puede llevarlo a que sea un pájaro estresado y tener sensación de abandono e incomprensión (no es broma). No hay agapornis malo, pero sí malos dueños.

¿Solo o en pareja?: 

Si vas a tener poco tiempo para dedicarle, ten una pareja. Dos machos si no quieres que críen o un macho y una hembra, nunca dos hembras porque suelen terminar mal. No es cierto que un agapornis se vaya a morir de pena por no tener pareja, pero sí es verdad que si sólo tienes un agapornis deberás de dedicarle más tiempo y socializar con él, de lo contrario puede tener depresión. De algún modo, cuando sólo tienes un agapornis tú eres su pareja, así que mimalo. 

Aves inteligentes:

Puedes enseñarles algunos trucos si quieres, como responder a su nombre, que entre en su jaula para hacer sus necesidades en caso de tenerlo siempre suelto (que sería lo ideal), que cuando lo llames venga hacia ti... Pero no lo conviertas en un "pájaro amaestrado", porque no lo consentirá. Como ave inteligente que es, debes comprender que no es ningún juguete que enseñar a las visitas. Repiten sonidos con facilidad y algunos incluso aprenden a decir frases cortas, aunque no siempre se les entiende bien porque su aparato fonador no es muy sofisticado.

Mal comportamiento del agapornis:

Los dueños se quejan de, sobretodo, los picotazos. Acostúmbrate a que hasta los 8 meses el agapornis te dé suaves mordiscos de forma insistente. El modo que tienen los agapornis de conocer su entorno es a través del pico y de la lengua, así que mientras son pollitos y adolescentes, acostúmbrate a que te mordisqueen y te chupen. Cuando crezcan seguirán haciéndolo, pero no de forma tan obstinada.Una cosa es esa y otra un picotazo. Si lo hace, suele haber 3 razones:

1. Llamar tu atención: Si no le estás prestando atención, te puede dar un picotazo algo más fuerte para decir "ey, estoy aquí, hazme caso". No suelen hacer daño con éste, sólo quieren más atención.

2. Provocarte: Si les has enseñado que cada vez que te dé un picotazo, te pones a gritar, a tratar de cogerlo y a desesperarte, muy probablemente lo hace porque le parece divertida tu reacción. Para que no aprenda este tipo de picotazo, lo mejor es que si te pica fuerte, no quejarte ni hacer nada. Como mucho, decirle un firme "No" y dejar de prestarle atención. Es mejor que no lo aprenda, porque luego es una manía difícil de quitar.

3. No le has entendido: Si tu agapornis te está dando señales de que lo dejes en paz y tú te empecinas en agobiarlo, te dará un picotazo a mala leche y he de advertirte de que tienen mucha. Suelen dar avisos de que lo estás molestando, como abrir el pico y erizar las plumas o echarse hacia atrás. ¿Solución?: aprende su lenguaje. No es difícil. Se puede ser firme si agobiarlo.